viernes, 15 de febrero de 2013

Dragado del río Guayas vuelve luego de 51 años


La obra tiene el asesoramiento del instituto holandés Deltares

La última vez que se dragaron los ríos fue en 1962, cuando existía el desaparecido Instituto Ecuatoriano de Recursos Hidráulicos. El procedimiento se inicia el jueves

En 1962 fue la última vez que se limpió el cauce del estuario del río Guayas, formado por los ríos Daule y Babahoyo, en su tramo La Puntilla-Puerto Marítimo, que abarca todo Guayaquil. Se lo hizo para facilitar el tránsito fluvial entre Guayaquil y los cantones ubicados en sus alrededores. Eran aquellos tiempos en que las vías no permitían un flujo vehicular expedito y muchas personas, entre ellos comerciantes, preferían el río para llegar a esos destinos.

Así lo recuerda Víctor García, quien trasladaba especerías (canela, pimienta, comino) hasta Samborondón, utilizando las lanchas que salían de los muelles municipales de la ciudad.

Uno de los últimos servicios que facilitó el Guayas fue el traslado de pasajeros en lancha entre Guayaquil y Durán. Hace 20 años se suspendió este servicio porque los barcos (que pasaban los 4 metros de calado) temían quedarse embancados en la densa arena que empezó a cubrir el cauce del río.

Las alarmas se encendieron cuando se divulgó un informe de la desaparecida Cedegé (el único que existe), que indicó que en la cuenca del Guayas se registraba un promedio anual de erosión de 50 millones de toneladas métricas de sedimentos debido a la tala de los bosques, cambios de uso del suelo y derrumbes.

Es más, el informe de Cedegé hizo una advertencia: con este ritmo de sedimentación si no se tomaban medidas en poco tiempo, los inviernos podrían provocar inundaciones en Guayaquil, La Puntilla (Samborondón) y sus alrededores y desaparecía el tránsito fluvial.

En los últimos años, varios han sido los esfuerzos institucionales para dragar el cauce del estuario ubicado al frente de Guayaquil. A la par, poco a poco el tránsito fluvial se ha reducido ante el aumento del sedimento, que llega desde los ríos procedentes de la Sierra y también por la deforestación. Hoy, la navegación se ha reducido a canoas o lanchas. El buque Guayas, para acoderar en el río, frente al Yatch Club, debe esperar la marea alta.

Entre esos esfuerzos se destaca la presencia del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos que, en 2005, hizo un diagnóstico en el que recomendó varios trabajos y no el dragado. La falta de recursos conspiró en el propósito.

En el gobierno de Lucio Gutiérrez se declaró en emergencia al río Guayas y se canalizaron $500 mil para los estudios del dragado.

La Comisión Técnica encargada de este trabajo tardó 12 meses en la elaboración de su informe. Un diagnóstico previo del río Guayas sentenció una grave sedimentación. La falta de recursos impidió ejecutar las obras recomendadas.

Debieron transcurrir 51 años para que una mancomunidad formadas entre el Consejo del Guayas y la Secretaría Nacional del Agua vuelvan a hablar del dragado de un sector del amplio cauce del estuario del río. Quien llega a Guayaquil por vía aérea puede observar que en medio del río se han formado grandes acumulaciones de sedimentos o islotes (el más grande se lo ha identificado como El Palmar, ubicado en la desembocadura del río Daule), que hoy son difíciles de desaparecer.

Precisamente, el trabajo que ejecutarán ambas entidades será la de retirar 269 mil metros cúbicos de sedimento en 11 meses y colocarlo en El Palmar, hábitat de aves conocidas como patillo.

El jueves anterior llegó al lugar la draga "María", perteneciente al Servicio de dragas de la Armada, que retirará los sedimentos acumulados entre el islote El Palmar y La Puntilla.

Un segundo proyecto pretende eliminar 3,5 millones de metros cúbicos de sedimento, a un costo de $60 millones. (AM)

Natura dice que dragar no es solución

Xavier Bustamante, director de Fundación Natura, indicó que el dragado no es una solución a la sedimentación que cubre parte del estuario del río Guayas.

"Existen estudios en otras partes del mundo que indican que el dragado de los ríos sueltan nuevamente al río los metales pesados de los sedimentos y contaminantes, generando impactos sobre fauna y flora", expresó.

Jacinto Rivera, ingeniero civil especializado en Hidráulica, manifestó que se hace imperioso reforestar la cuenca hidrográfica del río Guayas para aliviar los problemas de sedimentación.

El islote El Palmar debe ser confinado (limitar su crecimiento) e incorporarlo al desarrollo urbanístico, turístico, o de cualquier naturaleza; para lo cual será necesario rellenarlo hidráulicamente con el mismo material de sedimentación existente en los alrededores del mismo.

Fuente: Diario HOY

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